miércoles, 12 de diciembre de 2012

No soy tonta. No es que no me de cuenta de que no tengo posibilidad alguna, es que querría no saberlo.
No es que no sepa. Es simplemente que es una verdad que sé pero intento ocultarme a mi misma para poder ser feliz.
Es, como el alzheimer de mi abuela; que en el fondo sé que solo va a empeorar pero digo en alto una y mil veces que va a mejorar, aunque sea para creermelo yo misma y sacarme una sonrisa que nadie saca.
Pues igual; sé que él nunca se fijaría en mi pero: ¿que mas te dará? Si, soy feliz diciendo en alto que aún queda una mínima posibilidad, que no es imposible; pero también si, sé que no me mirará. Ni irrealista, ni corta, ni tonta, ni loca, ni soñadora; quizás optimista.
Y simplemente una puta adolescente harta de escuchar decir fea, idiota, chula o mierdas.
Y simplemente una adolescente enamorada como otras muchas.
No confies. Olvida. Solo importas tú. Si quieres la gloria, deja en la ruina a los demás. Es la guerra, no hay amores no hay amigos. Todos te disparan porque los puñales quedaron en el olvido; y si te van a disparar, al menos cuenta con ello. Ten todos enemigos y no descuidarás un solo segundo. Y entonces, con sudor, lograrás que nadie dispare porque estarás consciente.
Se consciente de que el que diga 'yo te cubro las espaldas' solo prepara una forma de disparar con mayor probabilidad de acertar. Se consciente de que el que diga 'somos amigos' solo busca comerte a poco a poco el cerebro y hundirte para después dejarte como un chucho pulgoso sin casa. Se consciente de que también son conscientes de cada uno de tus defectos y no los pasarán por alto. Se consciente de que son vívoras egocéntricas que sacan la lengua y sonríen maliciosamente cuando te giras media milésima de segundo y solo buscan prevenirse. Se consciente de que nadie te va a ayudar en el puto campo de batalla que es la vida.
Así que coge bien las metralletas y prepárate para recibir tiros de todo ser humano.
A veces nos hacemos ilusiones, pero nosotros solos, porque nunca nadie nos dijo que hubiese algo.
Estamos tan desesperados que intentamos ver fuego donde no hay ni cenizas. Hace tanto que no sentimos que nos quieren, que creemos que hay cariño donde tan solo queda educación. Nos esforzamos tanto en conseguir que nos miren, que dejamos de ser quien de verdad somos para ser alguien que creemos gustará mas. Presionamos para intentar demostrar que nos importan y lo único que hacemos es mostrar nuestro lado psicópata.
Y que al fin y al cabo, si algo sale bien fingiendo, llegará el momento en el que haya que mostrar el verdadero yo.
Y que al fin y al cabo, hay que darle tiempo al tiempo. Porque si algo ha de llegar, llegará. Y si hay algo que no deba pasar, por mucho que presiones, no pasará.