No soy tonta. No es que no me de cuenta de que no tengo posibilidad alguna, es que querría no saberlo.
No es que no sepa. Es simplemente que es una verdad que sé pero intento ocultarme a mi misma para poder ser feliz.
Es, como el alzheimer de mi abuela; que en el fondo sé que solo va a empeorar pero digo en alto una y mil veces que va a mejorar, aunque sea para creermelo yo misma y sacarme una sonrisa que nadie saca.
Pues igual; sé que él nunca se fijaría en mi pero: ¿que mas te dará? Si, soy feliz diciendo en alto que aún queda una mínima posibilidad, que no es imposible; pero también si, sé que no me mirará. Ni irrealista, ni corta, ni tonta, ni loca, ni soñadora; quizás optimista.
Y simplemente una puta adolescente harta de escuchar decir fea, idiota, chula o mierdas.
Y simplemente una adolescente enamorada como otras muchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario