Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
jueves, 7 de junio de 2012
Ese puto instante en que un mundo se viene abajo para que el de alguien egocéntrico suba. Ese puto momento en que la rabia contenida encuentra un orificio de salida. Minuto exacto. Minuto exacto en el que sabes que las cosas no volvieron a su lugar después de bifurcarse los caminos. Y no lamentas que tu camino esté por otro lado; simplemente jode recordar que diste una oportunidad a quien no merecía una lágrima tuya. Simplemente jode y no quieres ver que una zorra vive a tu costa y un humilde necesita tu mano.
Y pides que paren el mundo pulsando el botón de emergencia. Y no para el mundo pero paras tú. Y aflojas. Y sigues el camino que hace tiempo debiste coger.
Corre que aún hay tiempo; porque el tren está, pero partirá.
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