Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
sábado, 30 de junio de 2012
Nunca le rogué nada a la vida. No era una chica popular ni mucho menos y disfrutaba estando los fines de semana sola con mis padres. Sacaba buenas notas y todos los días me despertaba pensando solo en volver a ver a mis abuelos y mis primos otra vez. Tenía una vida quizás demasiado sencilla.
Y me tocó cambiarla. No sé por qué motivo ni razón. Y tampoco sé cuando fue. Pero esta mañana decidí levantarme. Y al mirarme al espejo no me he visto a mí. He visto a una chica que apenas está con sus padres porque siempre está quedando con amigas. Y a una que ya no sabe estar callada en una clase. Que tengo un novio (cosa que antes me parecía imposible) que me quiere de verdad. Que cada vez que veo a mi familia aún así lo sigo disfrutando. Pero lo más importante es que ahora no veo a un patito con gafas. Ahora veo a una chica fuerte, segura de si misma. Que ahora si puede decir que la vida le ha dado lo mejor. Porque lo tengo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario