Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
domingo, 24 de junio de 2012
Le necesito.
Odio que se vaya sin despedirse o decirme te quiero como el sabe.
Y odio ser solo secundaria en su vida cuando él es el protagonista en la mía.
Y no soporto que se enfade por una tontería de otros con migo.
Y es superior a mis fuerzas sentir que no valgo.
Y sobre todo me duele no tenerle aquí, porque no quiera o pueda él.
Pero lo peor, lo peor es saber que no, que no le he conseguido.
Que jamás le enamoré, y que nada puedo hacer.
Que la vida si es dura conmigo, y a veces pienso: ¿Me ha dado algo bueno?
Tampoco quiero abusar y obligarle a estar, ni usar de excusa que sé que necesito ayuda para que se quede, pero me encantaría que él mismo decidiese estar conmigo en momentos así, porque me quiera.
Porque le quiero, sí, y él es el único capaz de sacarme del pozo sin fondo. Pidiéndomelo, por él, por mí, por nosotros. Lo haría.
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