miércoles, 9 de mayo de 2012

Un sábado con ellas. Un domingo con ella. Una semana con ÉL. No tienen precio los momentos con ellas, las tonterías y risas y paridas y momentos y fotos y recuerdos recientes; tampoco tiene precio el cine con ella y el comer y el partido de basket; ni lo tiene el quedar con "mis otras ellas" y bajar a nuestro rinconcito y reir y andar por nuestra ciudad y celebrar nuestro dia. Pero lo que si que no vendería por nada, que jamás derrocharía ni cambiaría, que aunque me ofreciesen todo el oro del mundo lo prefiriría, sería la semana. No las clases ni nada de eso, sino hablar con él. Sonreir cuando me habla y estar en todo momento pendiente de que esté y puedas decirle como estas, y decirle UNA VEZ MÁS todo lo que le amas. Y sobre todo el sentir que es especial y que solo es él la persona capaz de quitar hasta la última pena solo con dos palabras: Te quiero.

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