Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
jueves, 3 de mayo de 2012
Mamá
Conozco mucha gente que siempre me dijo que las princesas son esas que reinan en grandes pueblos o ciudades y que llevan vestidos preciosos y coronas de oro. Pero yo se que se equivocaban. Yo no les culpo, porque ellos no tienen la culpa de no haber conocido nunca a una verdadera princesa como lo hice yo.
Ella no soñaba con ser una princesita adorada, creo recordar. Para ella era demasiado ya ser la princesita de papá. Tenía un sueño mayor: quería ser bombero. El ruido de la sirenas, los camiones, ayudar a la gente,... Me parece que nadie llegó ni llegará nunca a entenderla, pero yo lo hago porque me lo explicó. ¿Sabes tu que es eso que se siente cuando tu vida pende de un estrecho hilo? Pues ella si. Y ese es el motivo que la hizo saber que queria ensanchar los hilos de otras personas cuando estaban a punto de romper. La gustaba pensar en subir por la altisima escalera y entrar en las casas, coger a una persona que ya da todo por perdido y decirla: Todo saldrá bien.
Y estoy segura de que no mentiria si lo dijese, porque todo estaba destinado a salir bien.
Me resulta dificil eso, que aun siendo exactamente igual que una pequeña princesa de cabellos dorados y sonrisa radiante, nunca quiso serlo. Pero me alegro.
No llego a ser bombero, ni princesa tampoco. Y nunca me ah querido responder, pero estoy segura de que a pesar de todo sigue queriendo ser bombero. Y bueno, princesa no seria como las que la gente cree, pero podra dormir tranquila, porque sabe que en el fondo ella es princesa para mi.
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