Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
sábado, 26 de mayo de 2012
Todos caemos. Mucho, poco, bastante, demasiado. Pero lo hacemos. Y luego toca levantarse, porque no siempre podremos estar asi, tirados en el suelo. A veces son pequeñas caidas y nos levaantamos con estilo. Otras son fuertes y nos hacemos heridas, y no podems levantarnos. Pero siempre llega alguien que nos da la mano. Nos agarra y nos da fuerza. Nos levanta; poco a poco. Y nos sonrie. Pero a veces, solo a veces, no sabemos apreciarlo. Y negamos la mano. Y sin darnos cuenta no hacemos daño al otro , sino a nosotros. El esta de pie y no necesita nada. Tu estas en el suelo y si necesitas que te levanten. Pero no aceptas porque no quieres verlo. No quieres que la persona que deseas que vuelva y te ayude a levantarte es la que te tiro y luego marcho corriendo. No quieres ver que alguien se aferrara a ti tanto como tu al otro. No quieres levantarte por miedo a volver a caer. No. No quieres sentir como te agarras fuerte a otra mano. No quieres mirar a los ojos a otra persona "por si acaso". Pero de repente abres los ojos. Y miras. Y ves que necesitas una mano. Pero las personas que se ofrecieron ya se han ido. Y esa persona que estuvo a punto de lograr darte la mano y no quisiste ya se esta yendo. Porque pasa. Porque asi te das cuenta de que ya estaras sola. Porque quien sabe si llegara alguien mas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario