Te aburres un día. Tienes la tele puesta. Pero el programa no te gusta. Y te paras a pensar. Y recuerdas momentos bonitos y momentos no tan especiales de tu infancia. Y recuerdas cuando eres pequeñito y podías ir todos los días Al parque. Y como te reías por cualquier tontería o chorrada que hubiese. Y unos trozos de madera para ti eran como un gran barco pirata que naufragaba o un suelo de colores era la distancia entre el fuego y la tierra. Cada cosa, por muy sencilla que fuese, era especial y tenía algo que la hacia importante. Y hoy en dia te das cuenta de que pasas por los mismos parques, pero no ves un barco pirata, no ves el fuego y la tierra y los columpios no te hacen sonreir solo con verlos y subirte. Y te da melancolía porque ahora no puedes. Lo miras todo otra vez. Y recuerdas y te vuelven a entrar ganas de hacer lo mismo. Pero no lo haces. Por lo que la gente pueda pensar. Poco a poco te van entrando mas ganas de repetirlo y: ¿que mas da lo que los demas digan? Corres como una niña al barco pirata y miras por el catalejo y te imginas el gran oceano frente a ti. Y luego te bajas y pegas brincos hasta el castillo teniendo cuidado de no pisar el fuego para no quemarte. ¿Y luego? Luego corres otra vez y te subes al elefante y lo balances y te imaginas como una princesa india manejando un animal enoorme. Y cuando ya lo has hecho todo otra vez sales con la cabeza bien alta y una sonrisa de oreja a oreja y vuelves con con los demás a la realidaad. Porque ellos no seran quienes me arrebaten mi infancia solo por creerse mayores. Y ¿en carnavales? Hacer lo mismo. ¿Qué mas dará el que la gente conocida nos vea o que tengaMOS QUE saludar a los 450 amigos del tuenti que encontremos? Eso no importa porque tu instinto infantil otra vez es mas fuerte que tú. Corres. Te pones en primera fila. Y cuando los gigantes se acercan quieres saludarles. si alguno del desfile se te acerca te ries a carcajadas. Y ahora mucho a mucho decido volver a ser pequeña porque me gusta más. Porque soy yo.