sábado, 29 de septiembre de 2012

A veces nos cuesta tanto pedir perdón que cuando lo hacemos, es tarde. Nos obcecamos con que hemos actuado bien en todo momento, pero puede no ser así. Y cuando hacemos examen de conciencia nos damos cuenta de lo que hemos hecho, del daño que podemos haber causado a algunas personas que queríamos, de lo mucho que nos pueden odiar porque éramos unos bordes, ... Y es tarde porque las personas que se merecían un lo siento sincero, probablemente ya decidieran irse para dejar de sufrir a tu lado. Y solo queda una opción, cargar con la culpa a la espalda para siempre y no volver a repetir ese error. Porque las personas a las que hicimos daño están tan cansadas que pasan de volver a intentar llevarse bien y lo pasaron tan mal que no se ven capaces de acercarse otra vez al culpable de sus problemas. Porque por mucho que nos demos cuenta de que les queríamos y les necesitamos, esos ya no volverán jamás. Solo queda aguantarse, lamentar no haber sido mejores personas; e intentar cambiar para no volver a hacer daño a nadie más. O sino, con esfuerzo, demostrarle a esa persona que nuestro cambio, que ahora sabemos sentir y somos mejores personas, que ya no la haremos daño otra vez más.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Cuando la vida juega sus cartas.

Cuando alguien se nos va, no nos damos cuenta en el momento de lo malo que eso conlleva. Puede que sospechemos algo, pero no lo sabemos bien. 
Es a la larga cuando nos va faltando, cuando nos damos cuenta de lo importante que ese alguien nos era. Quizás no por ser una persona, sino por quién era o por qué hacía. 
Quizás echemos de menos sus actos, porque solo él era capaz de hacer todo eso tan especial e importante. Quizás echemos de menos a la persona en sí porque la queríamos demasiado. O quizás, solo quizás pero probablemente, eches de menos las dos cosas.
 Porque necesitas que vuelva a sonreírte y a trasmitirte esa calma y ese "todo va a ir bien", necesitas que esté ahí para animarte como sabía o simplemente porque verle te da la confianza que te falta. Y también necesitas sentir que le tienes al lado, que sigue ahí, que está bien y que es feliz, porque le quieres.
Pero la vida es demasiado dura a veces, sobre todo en algunos momentos. Cuanto más, en esos en los que debes decir adiós y nadie te ha podido preguntar si querías hacerlo. Porque la vida no nos da opciones. Porque no nos da a elegir. Y cuando la vida juega sus cartas, nos toca jugar. Y ser fuerte. Y aguantar lo mejor que se pueda, tirando hacia delante en todo momento.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un adiós que quedó por decir.

Quería verle una vez más. Quería otra vez tenerle cerca y ver como sonreía y como era capaz de animar a todo el mundo con tan poco. Quería poder saber que todo iría bien y me habría gustado decírselo. Pero a veces, tardamos tanto en hacer algo, o simplemente lo consideramos tan poco importante, que no podemos nunca llegar a hacerlo. 
Y cuando sabes que es tarde para todo eso, es cuando también sabes que de verdad lo necesitabas. E intentas que no te afecte. Intentas no pensar que esa persona se ha ido pero no para volver más tarde, sino para siempre. Pero siempre hay algo que nos hace recordar.
Una frase, una clase, un pasillo, un recuerdo. Un lugar por el que pasar y recordar que la última vez que estuviste allí le viste pasar y sonreír con esa sonrisa tan alegre y tan suya. 
Vale que llorar no es la forma de arreglar nada, pero es que no hay nada que hacer. 
Cuando se va tarde, cuando no se llega, solo quedan dos opciones: quedarse encerrado en el pasado lamentando todo lo que quedó por hacer y nunca se hará o pasar página intentando mirar el pasado de otra forma. 
De forma en la que recordemos a esa persona pensando que sabía todo aunque nunca llegasemos a decírselo nosotros, porque en el fondo él lo sabía, en el fondo lo conocía.

Las reglas están hechas para no cumplirlas.

Las reglas están hechas para saltárselas. No nos gusta que nos prohiban. Nos mata que nos digan lo que tenemos que hacer. Y por eso, siempre hacemos lo que acabamos deseando.
Y yo te quería a ti. Quería estar contigo. No entendían que seguía necesitando tus te quiero. No comprendían que esta vez era de verdad. No querían que me enamorase, cuanto menos porque podría descentrarme de lo que consideraban importante de mi vida. 
Pero las cosas no van como nos digan, sino como de verdad sintamos que deben ser. Y yo sentía, y sigo sintiendo, que lo que de verdad necesito y quiero es a ti. Es que podamos tener un nosotros y un 'futuro perfecto'. Y es que me has enseñado que lo bonito de la vida no es probar mil labios distintos, sino encontrar unos que nos sean cada vez mejores. Y que se puede pensar en lo mismo las 24 horas de un día. Y que se puede necesitar un algo pero de un alguien especial. Y que hasta lo malo de esa persona te puede gustar. Y que por mucho que se intente, sigue siendo una necesidad muy adictiva.

martes, 25 de septiembre de 2012

Vamos a jugar a contar las mentiras más grandes del mundo. No me refiero a decir que las liebres corren por el mar ni las sardinas por el monte; sino a otro tipo de mentiras. A decir que no nos queremos nada. Digamos también que no sentimos nada especial. Diré yo que tus besos son como los demás. Y tú dirás que para ti no soy nada. Puedo contar también que no sonrío cada vez que veo que me hablas. Y mil mentiras de ese tipo podría decir, pero prefiero contártelas solo a ti para que puedas sonreírme, y que sigamos mintiendo y me digas lista con voz cariñosa y también que no tienes ganas de besarme. 
Después quiero que juguemos también a construir nuestros propios sueños. No es nada malo soñar con un futuro juntos, lo malo es hacerlo sin luchar. Así que digámonos que sí queremos pasar una vida juntos e imaginemos como será todo. Pensemos como de perfecta será nuestra vida de mayores, viviendo en la misma casa, durmiendo en la misma cama, comiendo en la misma mesa y besando los mismos labios de año en año.
Y a veces; no en juego, seré amnésica, porque cada vez tus besos serán tan especiales que parecerán algo nuevo para mi, que cada vez tus labios me serán como recién probados.
Pero de momento, jugaremos a ver quien quiere más a quien y quien aguanta más haciéndolo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

No seré una Súper-Heroína

Me puedo mirar al espejo cada día. Sonreírme. Verme más delgada. Cada día más guapa. Cada día un poquito mejor. Puedo imaginar que soy una SuperHeroína casi perfecta, pero solo me mentiré. Ojalá fuera verdad.
Podría sentirme tan espectacular como todas esas que conoce. Podría ser lo más alegre y simpático que jamás haya conocido. Y querría teletransportarme a su lado siempre que quisiese. 
Porque es muy jodido eso de estar lejos, es muy jodido no poder besar a quien quieres cada segundo. Que siempre hay obstáculos, pero lo nuestro son murallas. Y querría atravesar esos anchos muros en lugar de tener que saltarlos como hago.
Todos nos hacemos fuertes cuando amamos a imposibles, más que nada porque hay mucha gente que no para de incordiar. Y querría ser súper resistente para aguantar todo eso mejor de lo que hago.
Vale, bajando los pies de las nubes, veo que no soy súperfuerte ni atravieso paredes ni tengo teletransportación, pero no me hace falta todo eso. Porque hay algo mayor, y es todo lo que te quiero. Y solo con eso, puedo luchar contra todo aún siendo simplemente una cualquiera en el mundo. Y eso, eso es lo que si me hace diferente a las demás.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Joder, como me gusta que me haga de rabiar, aunque solo sea porque lo hace él. 
Y no puedo evitar sonreír cada vez que hablamos. 
Y me encanta imaginarme que está aquí. 
Y adoro estar hasta altas horas de la madrugada hablando con él, y que me llame princesa, y que diga que me quiere. 
Y no puedo evitar ver sus fotos una y otra vez. 
Y me hace reír que me llame pequeña porque siento que estará para protegerme ante todo.
Que me puede cansar que se pique tanto por ver comentarios cariñosos que me ponen otros chavales, pero he de reconocer que me encanta ponerle celoso porque así queda demostrado que si que me quiere de verdad.

Vamos, que no puedo evitar quererle. 
Que le necesito porque le amo y porque sé que estará a mi lado para ayudarme. 
Que me encanta sentirme tan feliz con tan poquito como es saber que existe. 
Bueno, que no es nada nuevo que contar, que me ha conquistado como nadie nunca. Y que todas las noches duermo con una sonrisa en la cara, soñando que me dice que me ama y que me promete un siempre.

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Es patético verdad? Sí, eso de atreverme a decirte que te amo cuando sé que no me responderás lo mismo. El haberme enamorado de alguien que me quiere pero solo un poco. Y haberlo hecho en tan poco tiempo. Y de alguien que tiene su vida y yo pues no pinto nada. Bueno, aclarando las cosas, que me he enamorado de ti a sabiendas de que no serviría para nada porque no me correspondías.
No importa. Me dices que me quieres y me vale. Aunque siendo sincera, me duele. Porque me gustaría que fuera algo más que eso. Porque para mi eres mi mundo. Porque aunque parezca una psicópata espero tener un futuro a tu lado. Y joder, porque nunca había amado como ahora.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Esperar tanto tiempo a algo para nada. Estar horas y horas con el móvil en la mano esperando hablar con él. Desear con todas tus fuerzas que el tiempo pase más rápido y hablar pronto. Y cuando por fin puedes hablar, no es lo que esperabas. No es el chico romántico de la última vez. No es el chico hablador de siempre. 
Quizá sea que la necesidad nos ciega y nos hace ver las cosas mejores de lo que son y por eso luego nos defraudan; o quizá sea que los demás se cansan de aguantarnos, de nosotros. No lo sé, y si no se lo pregunto tampoco lo sabré. 
Lo único seguro es que daría el mundo porque las cosas fuesen tan perfectas como me parecían, que odio sentir que no soy nada cuando pensaba serlo todo para él, que no soporto saber que podemos hablar y que no lo hacemos, que intento escapar de la idea de que él se acabará hartando de esperarme a mi porque las hay mejores.
Cientos de cosas malas se me pasan por la cabeza cada segundo, y la que más abunda es la de pensar que en cualquier momento me dirá que se ha enamorado de una chica que es perfecta, y no como yo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

A veces las cosas no tienen porque ir mal para que para nosotros sean penosas. La mayoría de las veces sufrimos por nuestras propias paranoias y no porque la realidad sea puta. Nos imaginamos lo peor cuando puede ser lo mejor; vemos cuernos donde apenas hay sentimientos, vemos trágicos ciertos actos que pueden tener solución perfectamente, pensamos que nos quitará al amor de nuestra vida alguien más perfecto cuando quizás ese alguien no nos llegue ni a los talones,sentimos que no nos quieren cuando en realidad darían su vida por nosotros, ...
Y algo que siempre quise saber hacer, algo que nunca llegué a aprender: a intentar mirarlo todo a bien. Que como a casi todo el mundo, se me da muy bien dramatizar; y poco a poco, si confía él en mi, seremos los dos capaces de creer en que todo vaya bien. Y cada día más, confiaré en que la felicidad absoluta se puede conseguir, pero solo con esa persona a la que amo, solo con ese que sé que si me ama.

martes, 18 de septiembre de 2012

No tengo todas esas cosas a veces tan útiles.


           No tengo petas a medio hacer ni la nevera llena de latas de cerveza barata para emborracharme. No tengo una caja de cigarrillos en cada esquina de la casa.
          Porque cuando de verdad necesito alejarme no quiero ninguna droga, ya que nada de eso me sirve; quiero un buen tanque con helado de chocolate, un cola cao y un café tras otro; ponerme una camiseta tamaño XXL y recogerme el pelo en un moño amorfo mientras veo una película romanticona. Y ahí empieza…
        -Que aparte de todo eso mi verdadera droga eres tú. No sabía que mirar a alguien pudiera ser adictivo. No sabía que se pudieran echar de menos unos besos en especial. No sabía que podía llegar a echar tanto de menos ni querer con tanta fuerza a alguien. Simplemente no te conocía y ahora has roto mis esquemas.- Todas esas cosas se me pasan por la cabeza cuando llevo a cabo mi rutina depresiva…
            Pero sé que algún día mi vida será tan jodidamente perfecta que tomaré helado para dos y habrá otra cucharilla más, que habrá dos tazones sobre la mesa en lugar de uno, que la camiseta XXL no será mía sino de otra persona, que habrá alguien que me diga lo bien que me queda el moño informal y me abrazará mientras me besa viendo una película romántica; y que ese alguien quiero que seas tú.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sonríeme princesa.

¡Sonríeme cariño! No quiero verte llorar, no quiero verte triste; me niego a verte sufrir. ¿Sabes lo bonito que es verte sonreír? Pues te lo digo yo. Que me llena y me hace feliz cuando estás como tú sabes. Que me encanta que estés revolviendo en casa y venga a hacer tonterías y bromas para alegrarnos a todos. Que si no estás tú se nota un vacío en el ambiente. 
Que por mucha gente que no esté de acuerdo conmigo, me da igual. A todos aquellos a los que no les importa tu vida, tu sonrisa, les mandamos a freír cuerpo espines. Olvídales. Pasa. 
Tú solo piensa en los que estamos aquí día a día y en los que quieren estarlo, piensa que hay gente que daría todo por ti. Que muchos de nosotros, estamos luchando una guerra y dándolo todo a fondo perdido para intentar que seas feliz. 
Puedo permitirte algún disgusto, porque tienes un gran corazón y no puedes evitar sentir. Pero quiero que sepas que cuando estés triste ten por seguro que tendrás mi abrazo para poder ser feliz. Que cuando llores estaré yo para secarte las lágrimas y decirte que todo está bien. 
Que cuando necesites ayuda porque te has caído, yo seré más fuerte que nunca para levantarte a la primera. 
Quiero que después de una puñalada grande te des cuenta de que hay cosas que no merecen pena, y decidas sonreír. Ponte mis gafas de cristales rosas para ver la vida perfecta y sonríe. Mira a la vida con brillo en los ojos y di que vas a ganar la partida. Porque eres fuerte princesa; porque me tienes a mi a tu lado; y porque hay que aprovechar las cosas bonitas y no dar importancia a los errores.
16 de agosto de 2012, una noche llena de estrellas. Para muchos una noche cualquiera, para mi la mejor decisión de mi vida. 
Venga, llena de valor me atrevo a que se entere. ¡Qué sonrisa al oirle decir -yo por mi si-.! 
Vamos, más de media hora hablando; las doce dan en el reloj, él se arma de valor y, de golpe, sin comerlo ni beberlo pero deseándolo, me besa. Ahí, en ese momento, las cosas cambian. 
Me doy cuenta de que me he enamorado aunque no quiera reconocerlo. Que ese beso no me ha sabido como los demás. Joder, que me encanta todo de él. Que para mi es perfecto. Que me voy a casa con una sonrisa. Que he vuelto a descubrir lo que es querer... Que quiero pasar el resto de mi vida con él. 
Sé que puede parecer una gilipollez que en dos días juntos y apenas un mes saliendo diga eso, pero estoy segura. Que nunca me había sentido así. Que jamás pensé que pudiese llegar a querer tanto a alguien. Que es que le necesito porque sino no sonrío. Que cada día me llena más pensar en él. 
No es mucho que decir, ni nada especial. Seguro que más gente se ha enamorado, pero sé que no como yo. Porque estoy enfrentándome a la puta distancia y así le quiero más, porque la puta edad no me importa desde que le conozco de verdad; porque sé, que algún día, un mes me será insignificante comparado con los años que pasaré a su lado. Y solo decir que, si el quiere, será él el príncipe que me de los buenos días con un beso. Y si el no me deja, estaremos de viejos, durmiendo en la misma cama, viviendo en la misma casa, y queriéndonos más que nunca

viernes, 14 de septiembre de 2012

Prefiero susurrar al oido.

No me digas -comámonos el mundo juntos-; porque entonces tendré que responderte que te tengo que comer a ti porque para mi tú eres el mundo. No me digas que podemos tener problemas porque te puedo asegurar que en esto de jugar en el amor soy la campeona mundial esquivando los obstáculos. No tengas miedo por el qué dirán porque yo te taparé los oídos para que no sufras por ello. Ni tengas miedo de que haya chicos que estén locos por mis huesos, porque para mi solo existes tú y solo tus besos me valen ya. Por favor, tampoco sufras porque no puedas estar de mi mano cada día, porque la espera hace las cosas más apetecibles y así cuando nos veamos seremos los amantes mas felices del mundo entero. 
No me veas débil, porque tienes que saber que soy una luchadora increíble y que por ti me jugaba la vida. Que si que soy capaz de darlo todo y que en ningún momento me echaré atrás contigo. 
A veces, y muchas, sé que puedo parecer pesada y estoy segurísima de que te has dado cuenta; pero tú piensa que es que nunca me había sentido tan enamorada y que estoy asustada por esto tan nuevo y que en parte tengo miedo de perder a los más perfecto que he podido conocer.
Tengo mil cosas más que decir, pero quiero ir diciendo día a día que estoy más enamorada de ti que el día anterior, y diré la verdad. Y sobre todo, que quiero verte esa sonrisa tan tuya otra vez, comerte a besos como no tuve antes oportunidad, y susurrarte todo lo que pienso y siento suavecito al oido.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Tan simple y a la vez tan complicado.

Lo he intentado. He intentado una y mil veces mas imaginarme mi vida sin él. He intentado olvidarle por todos los medios. Y no soy capaz. ¿La distancia? 220KM pero que cuando hablo con él es como si fuesen apenas 50cm, contra lo que puedo luchar. Porque nunca antes había sentido está necesidad de alguien; la sentía de algo, pero no de un alguien. ¿La edad? Vale que haya rutinas distintas, pero el amor es lo mismo. El amor es simplemente querer, y ya está.
No sé, estaría dispuesta a luchar con todos esos contras. Porque antes solo miraba a los chicos pensando que eran guapos o majos, pero ahora no sé que me pasa que se ha convertido en una adicción mirarle. Porque me acuerdo de su sonrisa y simplemente me derrite. Por su forma de mirar que me hacía temblar. Porque cada vez que hablo con él no te imaginas la sonrisa de tonta de oreja a oreja que se me queda. Porque en él hasta los defectos me encantan. Porque me gusta que me haga de rabiar y luego me llame tonta y diga que solo me quiere a mi. Porque necesito hablar con él para ser feliz 24horas. Porque espero siempre ansiosa su mensaje aunque nunca llegue. No sé, joder. Hay tantos porqués por decir que podría pasarme la tarde escribiéndolos y aún así me faltaría tiempo; así que lo reduciré a uno solo: porque le quiero sin querer. Y ya está. Tan simple como eso. Que no elegí quererle pero lo hago, así que no podría dejarle marchar salvo que él me lo pida.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Solía tanto.

Solía decir que el amor era lo más bonito que el ser humano puede sentir. Solía soñar con tener a un chico maravilloso a mi lado que me besara a todas horas y me dijera te quiero. Solía creer que encontraría a alguien con quien sería feliz. Solía hacer tanto antes de que me rompiese el corazón... Me hizo llegar a un punto en el que cambié todo. Dejé de pensar en el amor como algo increíble, todo comenzó a ser para mí una farsa comercial. Dejé de soñar con un chico especial y decidí que besar mil sapos no sería nada malo, porque al fin y al cabo todo eran sapos y mejor mil que uno solo. Dejé de creer en mi media naranja, no porque creyese que yo era un limón o que mi naranja estaba exprimida, simplemente porque me dije a mi misma que cada persona es una naranja entera y no tiene que encajar con nada. Di a mi vida un giro de 180º convenciéndome de que habría que hacer otras cosas que me hicieran olvidar que me habían roto el corazón. 
Y cuando quise darme cuenta, era como él. Era tan tonta de no saber que siempre hay algo de amor. Me había vuelto una rompe corazones a la que no le 
importaban los sentimientos porque no los tenía. 
Que simplemente era otra persona más en el mundo obcecada con que no hay amores verdaderos.