Y yo te quería a ti. Quería estar contigo. No entendían que seguía necesitando tus te quiero. No comprendían que esta vez era de verdad. No querían que me enamorase, cuanto menos porque podría descentrarme de lo que consideraban importante de mi vida.
Pero las cosas no van como nos digan, sino como de verdad sintamos que deben ser. Y yo sentía, y sigo sintiendo, que lo que de verdad necesito y quiero es a ti. Es que podamos tener un nosotros y un 'futuro perfecto'. Y es que me has enseñado que lo bonito de la vida no es probar mil labios distintos, sino encontrar unos que nos sean cada vez mejores. Y que se puede pensar en lo mismo las 24 horas de un día. Y que se puede necesitar un algo pero de un alguien especial. Y que hasta lo malo de esa persona te puede gustar. Y que por mucho que se intente, sigue siendo una necesidad muy adictiva.
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