No sé, estaría dispuesta a luchar con todos esos contras. Porque antes solo miraba a los chicos pensando que eran guapos o majos, pero ahora no sé que me pasa que se ha convertido en una adicción mirarle. Porque me acuerdo de su sonrisa y simplemente me derrite. Por su forma de mirar que me hacía temblar. Porque cada vez que hablo con él no te imaginas la sonrisa de tonta de oreja a oreja que se me queda. Porque en él hasta los defectos me encantan. Porque me gusta que me haga de rabiar y luego me llame tonta y diga que solo me quiere a mi. Porque necesito hablar con él para ser feliz 24horas. Porque espero siempre ansiosa su mensaje aunque nunca llegue. No sé, joder. Hay tantos porqués por decir que podría pasarme la tarde escribiéndolos y aún así me faltaría tiempo; así que lo reduciré a uno solo: porque le quiero sin querer. Y ya está. Tan simple como eso. Que no elegí quererle pero lo hago, así que no podría dejarle marchar salvo que él me lo pida.
Una vida por vivir. Amistades pasajeras y otras por descubrir. Amores pero también desamores. Historias y cuentos de hadas y princesas por oír. Sonrisas por regalar. Gente que perder. Rincones por descubrir. Historias que confesar. Motivos para luchar. Sentimientos indescriptibles. Llantos en silencio. Y sobre todo, personas en las que confiar.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Tan simple y a la vez tan complicado.
Lo he intentado. He intentado una y mil veces mas imaginarme mi vida sin él. He intentado olvidarle por todos los medios. Y no soy capaz. ¿La distancia? 220KM pero que cuando hablo con él es como si fuesen apenas 50cm, contra lo que puedo luchar. Porque nunca antes había sentido está necesidad de alguien; la sentía de algo, pero no de un alguien. ¿La edad? Vale que haya rutinas distintas, pero el amor es lo mismo. El amor es simplemente querer, y ya está.
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