martes, 3 de julio de 2012

He llevado la misma ropa que a ti te gustó. He estado en el mismo sitio al que te llevé. He hablado de ti hasta quedarme afónica. Y no ha pasado nada, nada malo. No he llorado como seguro que pensabas que haría. Al contrario. Me he dado cuenta de que no merecía la pena perder nuestra amistad. De que sí me merece la pena intentar que seamos amigos porque al fin y al cabo a mi no me queda mas que perder, solo puedo ganar. Y porque perderte del todo de mi vida sería muy doloroso. Y bueno, eso. Que te sigo queriendo, aunque no sea como a un novio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario